miércoles, 27 de agosto de 2008

Vivencias del mar...


Tarde pero seguro! Les cuento qué hice en mi finde en el marrrrr... :)

Si hay algo que nos gusta a "Los Juarecitos" (léase mi familia) es viajar todos juntos y pasarla bien. Si falta alguno, se reprograma hasta que quepan todos en la aventura! Y no es de esas familias que se achican al crecer los hijos, nononoooo, es de las que suman gente! En este viaje en particular, se sumó mi cuñado, haciendo un total de 8 personas rumbo al mar.

A las 5.30 de la mañana apróx. arrivamos a la entrada de Mar de ajó... Esa que desde chiquita presagiaba el final del larrrrrgo viaje en ómnibus hacia las vacaciones de verano. En los tiempos de mi infancia la familia era más chica, definitivamente los "novios" del jardín no se colaban, y toda la expectativa se reducía a meterse en la orilla de la playa y hacer castillos (de aparencia de derrumbados) con los baldecitos... jajaja, qué tiempos! Muchas cosas de mi niñez dejaron de ser, pero hay otras en las que me aferro fuertemente. Y eso lo comparto con mis hermanos, al salir a caminar hasta el muelle, al jugar al voley con viento, al ir trotando con el mar de escenario (salvo comprobar tristemente que uno no tiene el mismo aguante que hace unos años, je), o ir a jugar a alguna plazita sin demasiados testigos. :)

Ir a los "jueguitos" de San Bernardo ya es un ritual. Hacernos los capos jugando al ping pong también, y más cuando jugamos dobles! Y la carrera del Daytona infaltable... ahí sí que es a cara de perro! :P

Y como nunca falla, en algún momento TIENE que llover... pero eso no importa. Ir a la playa cuando el cielo amenaza con caer es hermoso. Ese cambio en el viento, los dibujos de las nubes, la tempestad de las olas... sin dudas un show para disfrutar hasta el abismo, y después salir corriendo para no empaparse!

El domingo, a pesar del inminente frío, nos escapamos a una granja de Costa del Este, bien agreste, con laguna, una besheeeesa! Mil fotos, asado, paseo en botecito, y una tarde gastada en lo alto de un árbol... El sol escondiéndose en la laguna, yo sentada en la rama más alta del árbol, el viento quieriéndome empujar suavemente, y esa música que sólo la naturaleza sabe tocar...

El último día siempre vuela! El reloj de arena se diluye a gran velocidad... Levantamos campamente de la casa de mi tía... De repente el hogar cálido y ordenado vuelve a tomar forma, el huracán Juarez vira hacia el norte, y se pierde en el horizonte...

...
Y acá tuve que volver... me traje bellos recuerdos, algunos congelados en fotos, me traje aire de mar para respirar cuando los problemas me quieren ahogar, me traje unas caminatas sola por el mar (aunque en un momento sentí a alguien cerca :) y lo más importante, volví sabiendo, una vez más, lo afortunada que soy de tener una familia así.

Gracias por llegar hasta acá... se hizo largo, y aún me quedaron cosas que contar! :P

viernes, 15 de agosto de 2008

Viaje al mar...



Parece mentira como alejarse apenas unos 50 km de su casa pueden liberarla de las tediosas cargas diarias. De repente la mente el blanco, y un olvido de todo aquello que dejó suspendido... un todo del que a su vuelta será nuevamente víctima, pero esto ya no importa...

La oscuridad de la noche la envuelve, y en sus ojos relajados, nuevas estrellas toman vida y se muestran a ella sonrientes. La luna le quiere llevar el paso, y se somete presurosa evadiendo nubes, árboles, lagos...

La ruta y su escenario pampeano e uniforme, crea esporádicas improvisaciones ante la luz de los faroles de su escolta, con la sencillez del campo, los ricos cultivos, los pasivos animales...

La naturaleza da su señal divina, y el horizonte del este, obediente, pinta con acuarelas colores cada vez más intensos, más nítidos, tan bellos que hasta parecen perfumar el aire. Unos minutos y en un sereno parto, el sol nace en el oriente, hasta abrazar con su calor, hasta regar con blanca luz...

De repente algo en el aire cambió. La sal y la espuma vuelan etéreas en la fresca brisa de la ventana. Lo sabe, es El... Se esperaban y se soñaban...

Unos eternos kilómetros más, finalmente se resisten a impedir ese encuentro. Ella abre la puerta, extiende su mano a la caballerosa mañana para bajar segura de su vehículo... Inmediatamente su cabello se libera para abrazar al viento, y vuela creyendo ser una gaviota. Sus piernas corren tan ligeras que parecen elevarse unos centímetros. La arena se vuelve de oro, las olas parecen cesar. Un minuto en el que ese vacío se ve colmado. Un momento de felicidad grabado...

Hace frío, pero no le importa descalzarse. Tenía tanto que contarle, tanto que preguntarle... Y entre la música y la infinidad del mar, ella se aleja, segura y reconfortada, hablando de sueños, del amor, de la vida...



...



Sorry lo meloso :P es que finalmente vuelvo a reencontrarme con el mar!!!

Me voy el finde a la costa. Wiiii!!!! :)

lunes, 4 de agosto de 2008

Antes del Amanecer...


La recomendación de esta película venía merodeando hace rato... pero él énfasis de jp_bartolomiu, y su excelente post, finalmente dieron final a mi espera, y decidí verla.

Los pensamientos que me surgieron al verla, o más bien, al vivirla a través de los personajes, fueron tantos, que creo que da para varios posts! Pero supongo que hay que buscar un comienzo, y a ello vamos...

Celine y Jesse, son dos jóvenes, que se conocen en un tren. Charla vivaz, elocuente, y la percepción de una conexión inmediata. Quizás dos almas ya conocidas, en cuerpos extraños, todavía.

Las horas compartidas en un viaje con destinos diferentes. La certeza de una separación inminente, con apariencia de una charla casual, de viajeros, olvidable. El primer pasajero llega a destino, Viena. Despedida, y adiós! Ambos sienten que hay algo diferente en ese encuentro. En la mirada, en las palabras, en el corazón. Pero la adultez y la "racionalidad" siempre entran en escena.

Una aventura se vislumbra con la determinación de Jesse. La locura de hacer algo muy fuera de lo común. Algo que el corazón motiva, pero contra lo que el cuerpo lucha... Romper con fuerza esa pasividad, mover los labios y emitir un sonido... Pensamientos y deseos volcados en ondas sonoras: la invitación a bajarse del tren juntos, compartir las horas hasta el amanecer en Viena, prolongar, aunque sea, un poco más, la anunciada separación...

Celine siente eso mismo que él, pero esas almas que ya se conocen deciden desafiar la ignorancia de una mente demasiado temerosa, demasiado sigilosa, demasiado racional... Lanzarse a vivir algo con la plenitud de una corta, pero significativa vida...

Esto es sólo el comienzo del film... pero me hizo pensar en las pocas veces que viví algo similar. Esos momentos en los que percibí magia en el aire. Saber que esa persona en frente mío no era una más, que la mirada delataba lo que la razón se empeñaba en aplacar...

Admiré el coraje de Jesse en ordenar que su ahogada voz le ganara a la inseguridad de la situación. En no dejar que eso tan breve que vivió, y que lo llenó, pasara como si nada, desapareciera. Pensé en todas las veces que fui cobarde y que grité en silencio. En todas las indirectas que di, y que no pudieron descifrarse, con significados atrapados en el aire, con respuestas mudas y perdidas...

A veces esas historias importantes de nuestra vida se escapan a los estereotipos, y lo común o lo acostumbrado pierde validez... A veces los besos quedan durmiendo en los labios... A veces la brevedad de unas horas grandiosas, se quedan con nosotros por años...

Pasarse la vida preguntándonos "Y si...???" es muy cobarde. Animarse es difícil, pero sólo en la apuesta hay posibilidad de ganar.
Conocemos el final de la mayoría de las cosas. Todo sigue la suerte de la vida misma. Pero en el medio siempre hay algo que podemos hacer, con un posible éxito aguardando por nosotros.