Volver al trabajo luego de las vacaciones puede ser uno de los peores días del año... sin embargo cuál fue mi sorpresa confirmar que, dejando algunas cosas de lado, mi estado de relajación y disfrute de las pequeñas cosas de la vida, sigue en pie (al menos hasta ahora :)
En estas vacaciones me propuse observar detenidamente un poco más los momentos simples, que tanto me gustan. Observo más, y me pregunto más cosas, formulo hipótesis... jaja, mi vida se está convirtiendo lentamente en un proceso científico! :P
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Hoy de madrugada me quedé observando en casa al cometa Lulin. Lo esperaba hace rato, y, aunque temía no verlo tan bien como prometían las noticias, los binoculares de mi papá fueron una herramienta irremplazable.
Las preguntas existenciales se ocupan de ejercitar mi mente, de expandir mi imaginación... y presenciar con mis propios ojos (detrás de los cristales de los binoculares) algo tan bello, tan lejano, tan real, fue una experiencia muy gratificante. Una linda postal para incluir en esos "viajes" que hago (sanamente :P) en mi mente, recorriendo mil mundos, mil colores, mil dimensiones...
¿Acaso se puede estar más triste?
Hace 5 meses.