
A donde se irán todos esos sentimientos y palabras que nunca demostramos, que nunca dijimos??? Me lo pregunto porque tengo muchísimos de estos casos sobre mi espalda, como un cartero con un bolso grande, que apenas pudo entregar algunas cartas... y las demás? Debería, en el caso de ser posible, intentar dárselas en mano a su respectivo dueño? O guardarlas? O deshacerme de ellas???
Si el mensaje mantiene su vigencia, y es posible decirle a la persona, las posibilidades siguen siendo variadas... Pero si el destinatario ya no está? No está al menos físicamente???
...
En mi último año de secundario, en la materia Economía, tuve a un profesor excelente... una eminencia, de excelente reputación, aún entre los alumnos (cosa más que meritoria). Su buena reputación no era el resultado de clases insulsas y libertinas. Todo lo contrario. Su exigencia era justificada por su entrega al enseñar. Nos demostraba clase a clase, que no esperaba pasar esas horas lo más rápido posible, que no era todo facturar, que no nos embolsaba con la etiqueta de "adolescentes de 3º año que ya no quieren hacer nada". Debates, excursiones, puestas en común... un lujo de profesor!
...
Tiempo después, al comenzar el profesorado, tuve la certeza de que él era una de los pocos modelos a seguir que tenía. Una luz entre decenas de ejemplos de mediocridad...
Decidí que era algo que él tenía que saber... que lo que hacía, al menos para mi, no pasaba a la histora, que no me era indiferente... Y por alguna razón, esperaba encontrarme con él de casualidad, en el colectivo, en Varela... recordé que una vez lo crucé en el tren yendo a Quilmes, cuando era todavía su alumna, y nada me hacía dudar que era muy probable que pase nuevamente. En algún momento, sin buscarlo, iba a poder decírselo.
...
Un día... mi hermana, qué iba al mismo colegio donde cursé, salió temprano. Día de duelo.
Con esa partida, supe que las palabras iban a quedar para siempre guardadas. Sentimientos que quería decir y que, estoy segura, a él le hubiera gustado escuchar.
...
A veces dejar las cosas libradas al azar no generan contratiempos... Pero un cambio, algo inesperado pueden hacer de los planes, castillos de naipes desechos por un simple suspiro...
...
Ojalá, de alguna misteriosa manera me "escuche"... Gracias Norman!