lunes, 12 de noviembre de 2007

Almacén: el comienzo.


La tecnología llega en mayor o menor medida a nuestras vidas. Aún algunos resistiéndose, no pueden eludir ser víctimas de aquello que avanza inescrupulosamente y nos envuelve, y nos arrastra hacia el futuro.

Y como seres humanos que somos, todo lo incorporamos a nuestra vida y lo plasmamos a nuestros valores, a nuestras creencias, a nuestros sentimientos.

Yo era una de ellas que a pesar de no tomar una postura completamente en contra, me resignaba a empaparme de aquellas conductas masivas del chat o del fotolog. Mi identidad no encontraba un reflejo en todas estas cuestiones, hasta que la suerte (?) me hizo clickear por casualidad (o era causalidad?) un link que denotaba lo siguiente: Almacén de Gillespi. Y todo comenzó leyendo algo gracioso, interesante, inteligente. Y luego los comentarios, y luego reconocer algunos nombres... y así hasta decidirme a hacer un comentario tímido y simple.

Fue desde un principio, que me sentí cómoda, y aunque al principio los confundía entre sí, con las lecturas pude ir moldeando la silueta de las almas que compartían de sus pensamientos, y me dejaban ver en sus palabras aquello que eran realmente.

Las palabras me fueron acercando a ellos y el puente se hizo firme. Sabíamos cómo conectarnos, y lo hacíamos. Y en ese mundo invisible, en ese océano intangible, me dejé naufragar en la corriente de la confianza, con la certeza de llegar a puerto seguro.
(Post dedicado a mis amigos del Almacén)